Gerardo

Publicado martes, 26 de marzo de 2024

2m

INTP

Géminis

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La Otra Soledad

Estoy solo, la verdad no, físicamente hay un gato durmiendo en mi pecho, compañía de primera, pero no me refiero a eso. Porque aunque estuviera aquí todo conocido que un día estimó de mi, seguiría estando solo. No es este tipo de soledad la que me incomoda, esta soledad la puedo cambiar. No quiero cambiarla, pero podría. La soledad que no puedo cambiar es la soledad que me aqueja hoy. No es imparcial, aún así no puedo emitir calificativo de bien o mal y me atormenta. Esta soledad no suscribe a definiciones en la mente en que toma lugar su experiencia, la mía. La soledad que no elijo. Donde no existe más que yo. Tan solo yo y las figuras y formas que creo que son, las personas, cosas y conceptos que creo conocer. Me jode. Y soy fascinante la paso muy bien conmigo —no me mal entiendan—, es solo que extraño —a lo mejor anhelo— algo que nunca he tenido, un invitado estelar en esta conciencia escondida, conectar, comunicar con otra cosa que se dice yo, pero que no soy yo. Me emputece la virtualidad incompetente del lenguaje hablado —herramienta sublime, divina, bella— a la hora de virtualmente trasladar un mensaje a otro dispositivo cerebral. Quiero —y no sé si lo quiero realmente— fundir en un crisol mi alma con tigo. Tal vez el acto comunicativo es inherente a la existencia, tal vez no. Y nunca seré suficientemente viejo para dejar atrás algunas ideas infantiles pues aún quiero creer: una vez muerto el cuerpo, dejar atrás el traje que obligaba a ser plural, asistir a nuestro encuentro en el mar que seremos y conocerte.