Chris

Publicado martes, 7 de noviembre de 2023

6m

INTJ

Tauro

8

7

HURACÁN

El dios del caos vino vestido de viento y bala, para arrancar árboles desde sus troncos y raíces. El viento arrancó y despojó a las personas de sus raíces, sus techos y la razón, las lanzó a los brazos amargos de la desesperación. Aquel que ya no tenían raíces tampoco tenían humanidad, y despojado de todo se convirtió en animal únicamente ataviados con su piel y el mal. Los animales que ya eráis brotaron desde debajo de los escombros, hambrientos de comida y de todo aquello de lo que estabais vacíos. Armados e incontenibles comenzaron a morderse unos a otros; asesinos y autoridades se aliaron en tregua contra los ladrones y sólo el miedo fue más poderoso que el caos. El viento se diseminó en la ciudad del futuro con aroma a muerte y después se convirtió en fuego, porque si algún árbol quedaba en pie, debía arder también hasta que las rocas fueran las únicas testigos del infierno en la Tierra. El agua que comió barcos e inocentes vomitó, porque sabían a las lágrimas de quienes lo perdieron todo. Con el Sol implacable se bañó a los buitres y a los muertos, quemó la piel de los vivos y aún así fue más amable que el viento. El ejercito de árboles perdieron una guerra que no podían ganar, y millones de ellos muertos en batalla no recibieron sepultura y con sus cuerpos sepultaron a aquellos que protegían. Agua y luz se clama entre los olvidados, son más valiosos que el brillo del oro que los buitres robaron, ahora lo saben. El dinero ya no sirve en la ciudad del futuro donde no se puede comprar nada. La reina era un avestruz y metió su cabeza en un agujero y la pirámide cayó porque no la sostenía nada. El único ganador resultó ser el que no tenía nada, porque no perdió nada.