Gaburah

Publicado miércoles, 29 de noviembre de 2023

5m

INTP

Leo

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No importar, puede ser la paz

Dice Dan Houser por medio de la voz de Arthur Morgan en Red Dead Redemption 2, que la mayor tragedia para un hombre es no tener un qué por el cual sentirse importante. Quizá es cierto, pero esos valores, que ahora se promueven mucho en estos modelos de masculinidades estoicas posmodernas que te conminan o a ser macho alfa o ser macho caca (así, sin términos medios), no son realistas en estos tiempos presentes. Son solo una quimera, un sueño de superioridad existencial para justificar la autoexplotación como medio para conseguir cosas, experiencias y personas. Quizá esos modelos estaban bien hace 50 años, o talvez estén bien para determinadas personas en contextos específicos del tiempo actual. Pero no como receta general para todos los hombres (y mujeres) que hoy vivimos. Dinero, poder, amor, sexo, vivencias, trascendencia, placer, dominio, fama, éxito... la pura expectativa humana en la ilusión de la volitud cuál si las ganas de hacerlo, la propia acción ciega, fueran algo distinto a una abominación de deseos con fecha de caducidad. Porque detrás siempre estará el tedio. Todos queremos ser escuchados, alzar nuestra voz, asumir liderazgos o, cuánto menos, ser alguien para la otredad. Y a veces hay más paz en la indiferencia. Ser lo mismo que nada para el prójimo, no está peleado con el hecho de ser bondadoso con nuestros semejantes. Yo encontré un tesoro cuando ví lo trivial y falto de importancia que mis acciones y existencia constituyen para la mayoría de quienes me rodean. Nadie se hace expectativas de mí porque no saben que estoy ahí. Soy un eco sutil en medio de un concierto ruidoso. Soy el fondo cósmico de microondas, como un remanente fantasmagórico de una supernova. Soy la estrella que murió, la enana negra, el nihilismo de un universo complejo y absurdo. Solo soy para mí, hago mis buenas acciones, me callo, me retiro al olvido. Soy esa nada anunciada en la que me convierto cada día, caminando hacia mi muerte. Eso, es un tesoro. Eso, es paz. Pero también, es triste.